Ningún jardín de rosas
Todo el mundo era feliz hasta que llegaron los hombres de negro. Arribaron desde el oeste en una noche fría, con sus pesados sobretodos y lúgubres semblantes, y se instalaron en un suburbio olvidado de nuestro pueblo. Al principio no molestaban a nadie y por eso los lugareños no les hacían demasiado caso. Pero con … Leer más